Los onomásticos en Austria se celebran de manera similar a los cumpleaños, pero se basan en el día asociado con el nombre de pila de una persona. La tradición está vinculada a las fiestas de los santos en el calendario cristiano, y cada nombre tiene un día designado. En este día, las personas que comparten ese nombre reciben felicitaciones, buenos deseos y, a veces, regalos. Es común que amigos y familiares se reúnan para pequeñas celebraciones y se pueden compartir comidas o pasteles especiales. En Austria, los onomásticos son especialmente populares en las regiones católicas, aunque se observan en todo el país. Algunas personas incluso reciben flores o tarjetas en honor a su onomástica. Aunque no se celebran tan ampliamente como los cumpleaños, los onomásticos siguen teniendo importancia en la cultura austriaca, especialmente entre las generaciones mayores. Las costumbres varían ligeramente según la región, pero la práctica principal de honrar a una persona según su nombre sigue siendo la misma.