Los onomásticos se celebran ampliamente en Letonia, a menudo con tanta importancia como los cumpleaños. Cada día del año está asociado con nombres específicos, y las personas que comparten un nombre de pila celebran en el día designado. Estos días figuran en los calendarios letones y se basan en tradiciones históricas y significado cultural. Las celebraciones suelen incluir visitas de amigos y familiares o llamadas para expresar buenos deseos, a menudo acompañadas de flores, pequeños obsequios o delicias caseras. A diferencia de los cumpleaños, las fiestas onomásticas suelen ser más informales y abiertas, y los vecinos, colegas o conocidos acuden sin previo aviso. Se pone especial énfasis en la hospitalidad, con mesas repletas de snacks, pasteles y bebidas. Las escuelas, los lugares de trabajo y las comunidades a menudo reconocen los onomásticos felicitando a las personas públicamente. La tradición fomenta los vínculos sociales y el sentido de pertenencia en la cultura letona.