Los onomásticos en Hungría se celebran de manera similar a los cumpleaños, pero en lugar de basarse en la fecha de nacimiento del individuo, están vinculados al calendario de los santos. Cada día del año está asociado con uno o más nombres, y las personas que tienen esos nombres celebran su onomástica. La tradición es ampliamente reconocida y muchos húngaros la consideran más importante que su cumpleaños. Las personas suelen recibir pequeños obsequios, flores o tarjetas, y amigos y familiares pueden visitarla para desearle lo mejor a la persona. La celebración puede incluir reuniones y, en algunos casos, fiestas o comidas con seres queridos. En Hungría, los onomásticos se enumeran en los calendarios, lo que facilita que la gente los recuerde y honre. Si bien las celebraciones del onomástico pueden variar en intensidad, son una parte muy apreciada de la cultura húngara. En algunas familias, los onomásticos se celebran con tanto entusiasmo como los cumpleaños, enfatizando la conexión personal y social.