En Bulgaria los onomásticos se celebran con mucho entusiasmo y se consideran tan importantes como los cumpleaños. Cada día del año está asociado con un santo específico, y las personas que llevan el nombre de ese santo celebran su onomástica en esa fecha. Las personas suelen recibir buenos deseos, flores y, a veces, obsequios de familiares, amigos y colegas. La tradición consiste en realizar reuniones con familiares o amigos, donde se comparten comidas, bebidas y brindis. La celebración varía según la región, pero siempre es un momento de alegría y convivencia. Además del aspecto religioso, los onomásticos a menudo implican un sentido de comunidad y orgullo cultural. Los onomásticos se celebran ampliamente en toda Bulgaria, independientemente de la afiliación religiosa, como una parte única de la tradición búlgara. Es un reflejo del respeto por los santos y la importancia de las conexiones personales dentro de la comunidad. Los onomásticos, en general, son una tradición en muchos países, especialmente en Europa del Este. Están vinculados a las fiestas de los santos en el calendario cristiano, y la gente celebra su onomástica según el santo que les da nombre. A menudo, se trata de costumbres similares, como ofrecer saludos, recibir pequeños obsequios y organizar eventos sociales. Si bien algunas culturas enfatizan las celebraciones de cumpleaños, los onomásticos tienen un significado igual o incluso mayor en muchos países, ya que son una forma de honrar al santo y mantener lazos culturales.